En este primer episodio vamos a analizar en qué momento de la transformación digital estamos desde lo mediático, y hacia dónde podemos reorientar nuestra trayectoria para enriquecer nuestra experiencia híbrida, dentro y fuera del plano digital.
Precarización sintética, Consumos y alfabetización mediática
En esta era moderna, cada generación que llega es considerada consumidora de información desde su nacimiento. Cada generación recibe su dosis informativa por diferentes medios y soportes: entretenimiento, noticias y hasta oportunidades para el consumo irónico.
- Contenidos a casi una centena de cuadros por segundo, con ediciones fugaces y bajada de mercado como patrulla canina y otros* para las niñeces.
- Influencers, ficciones y otros contenidos patrocinados por la industria del juego legal y no regulado para adolescentes y jóvenes.
- Noticias basadas en tweets y posteos sin mayor aporte que titulares carnada (clickbait) que persiguen conquistar cada éfimera tendencia (trend).
Nos ofrecen estímulos históricamente, y todas las transformaciones tecnológicas que han protagonizado los últimos años han multiplicado exponencialmente las oportunidades para encontrar estímulos;
- estímulos visuales
- estímulos sonoros
- comentarios
- reacciones
- emojis
- memes
- likes
Todo, además, es inmediato, éfimero, gratis y fácil, extremadamente fácil. Sin embargo, no necesariamente toda esa abundancia de posibilidades se traduce a una calidad de experiencia. La calidad informativa resiste el paso del tiempo y demanda concentración y análisis del usuario: es difícil.
Es ahí donde cuestiones como la alfabetización mediática ayudan, porque entender el fenómeno de la comunicación como un ida y vuelta es muy importante para desplazarnos de este lugar de consumo pasivo.
Porque un consumidor es un cliente en una góndola, una palabra industrial usada en la distribución de bienes y servicios; y la eligen muchas veces quienes están en la cumbre de esta pirámide comercial. Pero desde el lugar de audiencias; y también desde el lugar de «prosumidores» (productores/consumidores) donde muchas veces generamos contenidos-y no solamente vemos o interactuamos- y tenemos esta oportunidad de profundizar y revisar nuestro rol y hasta transformar el escenario comunicacional.
Episodio en el podcast de spotify
Precarizar es un eufemismo
La precarización es un concepto que damos por sentado y al que deberiamos oponerle resistencia. Si buscamos la definición de precario en un diccionario nos vamos a encontrar con sinónimos como efímero – algo que no va a durar en el tiempo; o algo insuficiente, frágil. Entonces, cuando lo volvemos un verbo y decimos «precarizar», entonces lo que estamos diciendo es que vamos a volverlo insuficiente, artificialmente frágil, éfimero.
Precarización transformada digitalmente, transformación digital precarizada
Lo digital nos trajo un montón de ventajas, multiplicando casi geométricamente los niveles de productividad de los últimos 70 años. Puede sonar extraño hablar de computadoras hace más de 50 años, pero la radio tiene más de un siglo, igual que el cine.
Eso significa que los últimos 20 años (2004/2024) no deberían ser la única medida para evaluar lo mediático. Por más que podamos reconocerlos como años muy acelerados y de transformaciones muy profundas, esas transformaciones no han sido en beneficio del público. Es cierto que muchos cambios han sido accidentados, pero con una característica en común: no los hemos elegido, solo aceptamos con un clic los términos y condiciones.
Como son «nuevos», no conocemos sus efectos a largo plazo, y entonces andamos a tientas. Un poco por la rapidez con la que se dan (los cambios), otro poco porque la información que tenemos no sirve para a explicar el fenómeno. Llegamos tarde, porque para explicar el presente necesitamos tiempo, y los cambios del fenómeno dan uno o varios saltos en ese mientras tanto, dejanos con una sensación de vértigo constante y algo de angustia.
belle epoque Digital
Estas sensaciones que estamos teniendo en 2024 no son muy diferentes se las que se tenían hace 100 años y un poquito más también, cuando se declaraba la Primera Guerra Mundial. A principio del siglo pasado había un optimismo fruto del enorme desarrollo industrial y sus «nuevas» posibilidades, tanto que hasta se hablaba de progreso infinito, positivismo y productivismo.
Estos tiempos no son diferentes, sino que es diferente nuestra capacidad de retener y apreciar qué es lo que está pasando. La precarización laboral como fenómeno ha sucedido en paralelo con esta aceleración de la transformación digital.
Por este motivo es fundamental partir de conjuntos de fenómenos para analizar la realidad actual, y dejar de pensarlos aislada y linealmente.
#Digitalmente, propone hablar de lo complejo y lo diverso de todos estos cambios y la importancia de que volvamos a humanizarlos, porque sino terminamos hablando de tecnologías y desarrollos desconextualizadamente, y confundiendo verdaderamente qué fines tienen que cumplir.
¿de Qué transformación digital Hablamos?
Es muy habitual hablar de automatización, de aumento de la productividad, de velocidad. Pero al clausurar una era de escasez de información para inaugurar una de saturación informativa, ahora resulta que si yo quiero enterarme qué es lo que está pasando tengo que incorporar un montón de mecanismos defensivos para saber reconocer qué información es desinformación, qué información es tendenciosa negativamente si la pienso desde mis intereses; y otro montón de estrategias defensivas que tengo que adoptar como público, como audiencia, porque sino voy a ser indefectiblemente manipulado por intereses comerciales.
El futuro llegó hace rato
Atravesamos ahora una transición histórica donde mucha de esta manipulación, mucha de esta intervención, va a ser sintética. Es decir, solíamos teníamos operadores mediáticos en Bahía Blanca que replicaban la agenda que otros operadores mediáticos de la capital producen. Hoy día nos va a pasar cada vez más seguido encontrarnos con algo que la gente que juega videojuegos conoce: personajes no humanos (NPC, non-human-character). Los NPC van a inundar cada espacio digital que ocupamos, y por ende, nos vamos encontrar con escenarios donde no vamos a saber distinguir ante ciertos discursos si eso está siendo pronunciado por una persona o está siendo pronunciado por un (programa) sintético.
La premisa de DIGITALMENTE
Elaborar en el tiempo, mes a mes, una propuesta para rehumanizar nuestro concepto de lo digital. Incorporar saberes, desarmar prejuicios, tratar de reducir nuestro rechazo y comenzar a aprender; porque solo nos pueden manipular si no poseemos estrategias defensivas y un criterio sólido de evaluación informativa basado nuestra alfabetización mediática y digital.
Super interesante
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